Departamento de Orientación
ORIENTANDO A FAMILIAS
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE PONER LÍMITES A NUESTROS HIJ@S?
Todos los niños quieren y necesitan comprender las normas
existentes en el medio que les rodea. Desean saber hasta dónde pueden llegar y qué pasa cuando
rebasan esos límites. Si no pasa nada, es decir, si no obtienen ninguna
consecuencia, seguramente los seguirán rebasando. A medida que los niños van
creciendo necesitan determinar cómo actuar en cada situación. Los límites
desempeñan un importantísimo papel en el proceso de adaptación y descubrimiento
de su medio.
¿Por qué
es importante que el niño tenga límites?
1.
Los límites dan seguridad.
Para que un niño sea feliz es fundamental que se sienta protegido.
El sentimiento de protección aparece si en casa se definen límites y si los
padres son firmes y constantes en su mantenimiento. Cuando no existen normas ni
límites claros, el pequeño puede volverse apático y pasivo o, por el contrario,
irascible y tirano, actitudes en las que la inseguridad siempre está presente.
2.
Los límites enseñan cuáles son las conductas adecuadas
Cuando los límites están claros y no cambian constantemente,
los niños saben si la conducta que practican es la adecuada o no y también qué
consecuencias tiene el incumplimiento de una norma. Los padres somos la guía y
orientación en el aprendizaje de las conductas
de nuestros hijos. Debemos marcar claramente cuáles son las conductas
adecuadas y cuáles no lo son.
3.
Los límites ayudan a establecer relaciones
Un niño con límites poco claros y definidos se hace preguntas del
tipo: "¿quién manda aquí?"
o "¿hasta dónde puedo llegar?",
y mantiene una incesante lucha con las normas que rigen la organización de un
grupo. Esa actitud le traerá en muchas ocasiones problemas de conducta en el
colegio y rechazo por parte de sus compañeros. Si no se le deja claro lo que debe
hacer, mediante el establecimiento de límites adecuados durante la infancia y
el seguimiento de que se cumplan, quizá de adulto mantenga el mismo
comportamiento y se convierta en un individuo incómodo, probablemente tirano,
exigente e incluso agresivo en sus relaciones personales.
4.
Los límites son un aprendizaje fundamental para la vida
Al principio necesitan que el límite venga de fuera, que lo
fijen sus padres, pero, con el tiempo, serán ellos los que establezcan las
normas que dirijan su comportamiento. Una vez que se conviertan en adultos, no precisarán
que alguien les diga cómo actuar, porque ya habrán aprendido e interiorizado
cuándo un comportamiento es adecuado y cuándo no. Haber crecido en una ambiente
con límites hace a los niños más felices y autónomos.
Juan José
González Delgado
Orientador
escolar. Neuropsicólogo y Logopeda