ORIENTANDO A FAMILIAS
PADRES PERMISIVOS: ¿DÓNDE ESTÁ EL
LÍMITE?
El 40% de los padres
asegura sentirse desbordado por los problemas de sus hijos e hijas. Les resulta difícil
educarles y, en algunos casos, el miedo a repetir el modelo autoritario en el
que fueron criados deriva en un exceso de permisividad. Como consecuencia,
durante la adolescencia son frecuentes los problemas de disciplina, pero no es
fácil comenzar a imponer reglas a esta edad. Los niños deben tener unos límites o
pautas que les marquen el camino que deben seguir, sin ahogarles en un mundo de
imposiciones.
Para ello, los padres y madres deben establecer estas normas de manera
razonada, adaptarlas a cada edad y ser firmes en sus decisiones. Si no se tiene
un proyecto claro, es más fácil claudicar.
El 15% de los padres y madres no están satisfechos con la educación de
sus hijos: creen que estos se muestran "pocas veces o nunca" tal como
quisieron educarles. Ésta es una de las conclusiones del informe 'Comunicación
y conflictos entre hijos y padres', editado por la Fundación de Ayuda
contra la Drogadicción
(FAD). Según el estudio, los padres se sitúan entre lo ideal -el 97% cree
bastante o muy importante mantener unas buenas relaciones familiares- y lo real
-casi un 40% dice sentirse desbordado por los problemas con sus hijos a veces o
con frecuencia y un 16%, con frecuencia o siempre-. Hay muchas familias que se
preocupan mucho por la educación de sus hijos y que lo están haciendo muy bien,
pero otras trabajan tantas horas fuera de casa que, cuando están en ella,
suelen encontrarse muy cansadas y no tienen humor para
educar a sus hijos. En este segundo grupo, incluyo a los padres que han dejado
de educar o lo hacen de una manera menos constante. Son familias que delegan en
cuidadores, abuelos u otros referentes la responsabilidad de educar. El
resultado de esta práctica son niños y niñas con muchos referentes a lo largo
de su vida, cada uno de ellos con unas pautas diferentes a la hora de imponer
sus límites, lo que les lleva a hacerse un lío y acabar haciendo lo que les da
la gana.
En mi trabajo diario me encuentro de forma habitual con tres tipos de padres que demandan mi ayuda: los que se salen del modelo de autoridad y dejan a los niños que hagan lo que les dé la gana, los que saben que hay que marcar límites pero no saben cómo y los que quieren marcar límites, pero acaban reproduciendo los patrones antiguos, por lo que están insatisfechos.
No hay reglas fijas para todas las familias, cada una es diferente, pero la clave está en encontrar el punto intermedio entre autoritarismo -diferente de autoridad- y permisividad.
La familia es susceptible de transmitir modelos de comportamiento que van desde un exceso de permisividad a un exceso de autoridad, aunque ambos extremos no son para nada deseables en la formación de identidad de los niños. Por ello, ha de evitarse tanto una conformidad excesiva, como priorizar una relación basada en conductas excesivamente punitivas. Cuando los padres ceden continuamente ante los hijos, estos no suelen interiorizar el significado de frustración y desconocen cómo enfrentarse a los problemas. Por el contrario, cuando se imponen demasiadas reglas, se corre el riesgo de que los hijos crezcan inseguros y con una personalidad dependiente.
No hay reglas fijas para todas las familias, cada una es diferente, pero la clave está en encontrar el punto intermedio entre autoritarismo -diferente de autoridad- y permisividad.
La familia es susceptible de transmitir modelos de comportamiento que van desde un exceso de permisividad a un exceso de autoridad, aunque ambos extremos no son para nada deseables en la formación de identidad de los niños. Por ello, ha de evitarse tanto una conformidad excesiva, como priorizar una relación basada en conductas excesivamente punitivas. Cuando los padres ceden continuamente ante los hijos, estos no suelen interiorizar el significado de frustración y desconocen cómo enfrentarse a los problemas. Por el contrario, cuando se imponen demasiadas reglas, se corre el riesgo de que los hijos crezcan inseguros y con una personalidad dependiente.
Juan José González Delgado
Orientador escolar. Neuropsicólogo y Logopeda
Orientador escolar. Neuropsicólogo y Logopeda