FAMILIA EMOCIONALMENTE INTELIGENTE
El término Inteligencia Emocional se refiere a la capacidad humana de gestionar, sentir, entender, controlar y
modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás.
Formar una familia emocionalmente inteligente
supone que los padres sean los primeros en vivirla.
“La vida familiar es nuestra primera escuela para el
aprendizaje emocional”, dice Daniel Goleman.
Cuando nos
convertimos en padres, tomamos conciencia de las dificultades que conlleva educar
y enseñar a nuestr@s hij@s los beneficios de una educación emocional. Por lo
que nos planteamos los siguientes interrogantes:
· ¿Cómo crear un ambiente familiar donde se
promueva la expresión y comunicación de los sentimientos?
· ¿Cómo promover que sean sensibles a sus propias
emociones, y acompañarles en superar las pequeñas frustraciones?
· ¿Cómo ayudar a nuestr@s hij@s para que tengan
un control de la expresión emocional en situaciones de dificultad?
· ¿Cómo aprender el beneficio de las emociones en la toma de
decisiones sobre su futuro y sus relaciones?
He aquí algunas pautas que pueden ayudarnos a dar
respuesta a estos interrogantes, para convertirnos
en una familia emocionalmente
inteligente:
ü Practicar la comunicación positiva, centrada en la
asertividad, empatía y escucha activa.
ü
Fomentar la lectura, el juego y las actividades
distendidas en familia. El buen humor
genera confianza y un clima positivo.
ü
Adaptar las normas
a la edad de tus hij@s: pocas, firmes y claras
y, cuando estas no se cumplan, establecer consecuencias según importancia,
donde exista el perdón gratuito.
ü Mantener con el colegio una relación
importante de apoyo, valorando su
labor.
ü
Diferenciar claramente en la familia los roles de padre/madre e hijos/as.
ü
Utilizar, con frecuencia, las palabras “gracias” y “perdón”.
ü
Fomentar en l@s hij@s hábitos
de vida saludable (deportes,
juegos,…)
ü
Expresar en familia cualquier emoción o sentimiento, sin permitir el
chantaje, ni la manipulación emocional.
ü
Redactar un diario
emocional (puede ser privado o
tener fragmentos que puedan compartirse).
ü
Crear un entorno
familiar donde predomine la tranquilidad, la serenidad y donde se
transmita la calma.
Para ello, te presentamos algunas técnicas de relajación que puedes practicar en
familia:
o El silencio mental.
Muy necesario para aquietarnos, para encontrar serenidad y paz dentro de
nosotros.
o La respiración.
Llave que nos abre paso a la relajación y medio de comunicación entre los seres
humanos. Según respiramos, así vivimos.
o La relajación. De vez en cuando, lleva tu atención a
cada una de las partes de tu cuerpo y suelta las tensiones producidas por la
tarea diaria.
o La visualización. Como técnica que nos permite imaginar
aquello que deseamos que suceda. Visualiza e imagina aquello que desees para
ti, para tus hijos/as y para tu familia.
o El masaje. El contacto físico es muy importante
para conseguir el equilibrio emocional de tus hijos/as; os ayudará a relajaros
y a crear unión familiar.
Formar una familia emocionalmente inteligente es un
viaje que dura toda la vida; la gran ventaja es que no es necesario esperar al
final del camino para obtener resultados, podemos ir disfrutando de ellos,
momento a momento.
EQUIPO DE
EDUCACIÓN EMOCIONAL
COLEGIO SANTO
ÁNGEL