Departamento de Orientación
ORIENTANDO
A FAMILIAS
EDUCAR EN LA CONCIENCIA
MORAL
1-CREANDO
SENTIMIENTOS MORALES
Los
sentimientos morales se crean como resultado de las primeras relaciones
significativas del ser humano, es decir, de la relación con sus progenitores o
con aquellas personas que sustenten esta función.
El niño
interioriza la imagen afectiva de sus padres convirtiéndola en su modelo de
deberes, valores, remordimientos, etc. La interiorización de este modelo será
la base de su «Yo ideal», origen de
modelos constructivos, proyectos y, por tanto, de conciencia moral.
Posteriormente
tomará otros modelos (educadores,
líderes, etc.) que, sin ser tan influyentes como los primeros, sí le
servirán para ir perfilando su «ideal de
persona» y serán en los que se apoyará para el desarrollo de su
personalidad moral.
La
conciencia moral no se adquiere de una vez para siempre, sino que implica un
desarrollo evolutivo hasta alcanzar la madurez moral. No toda moralidad es
igualmente válida. Un déficit en su crecimiento implica formas inmaduras,
independientemente de la edad de la persona. Piaget describe el paso de una
moral heterónoma, en la que las reglas son inalterables, de carácter unilateral
y «sagradas», a una moral autónoma, en la que las reglas son consensuadas y
pueden alterarse siempre que todos estén de acuerdo en ello.
2. EDUCARLES EN LA CONCIENCIA MORAL
3. CRITERIOS EN LA EDUCACIÓN MORAL
a) Servir de
modelo: Educa más nuestro ejemplo que
nuestras palabras. Si el niño vive en un ambiente de respeto por el otro, de sinceridad, de
igualdad, etc., nuestras palabras serán el soporte para explicarle lo que ya
vive.
b) Educar en
actitudes: Se trata de educarle en actitudes, en orientaciones ante la vida y no
tanto de trabajar en una moral de actos.
c) Dar un sentido: No confundir la obediencia con la educación en sentido
ético. El autoritarismo puede conseguir niños muy sumisos y sin ningún principio
moral: «Se cumple la norma porque sí.» Si les damos el sentido de las normas y
los valores, si les hablamos de las necesidades de la convivencia, de nuestras
libertades y las de los demás, etc., les será más fácil renunciar a sus deseos
a favor de la convivencia.
d) Adecuarse a
la edad: Como hemos visto antes, el desarrollo moral se apoya a su vez en el
desarrollo psíquico; tendremos que tener en cuenta la madurez de nuestro hijo
para saber qué tipo de compromiso podemos pedirle.
e) Trascender
lo concreto: Evitar la asociación del cumplimiento de normas o
principios morales con premios o castigos. La satisfacción por alcanzar un
compromiso moral va más allá de lo material o lo concreto del momento, supone
el poderse acercar a un ideal del yo,
lo cual es por sí mismo positivo.
f) Adecuarnos al momento: No podemos
obviarel momento social y cultural en el que se educan nuestros hijos. Les
llegará información de muchas partes: los amigos, la televisión, las redes
sociales, etc.; es importante que les ayudemos a tener una valoración crítica
de la información que les llegue, animándoles a hablar de aquellos temas que
les inquieten.
Juan José
González Delgado
Orientador
escolar. Neuropsicólogo y Logopeda